(sesiones 176 y 177)
Conocí a Alejandra en una biblioteca municipal de Cuenca. Ahora recorre la provincia en bibliobús. Se ríe todo el rato igualmente.
Nos encontramos en Salmeroncillos de Abajo. Vinieron también los niños de Torralba y tuvimos la oportunidad de compartir historias de todo tipo. Así un mezclaíto, de historias para un público mezclaíto. Estos niños distintas edades que están acostumbrados a compartir aula parecen tener el oído dispuesto a cuentos que a veces se cuentan a otras edades.
Cambiaron los libros en el bibliobús y contamos historias de miedo que dan risa. Dos sesiones tuvieron y aun costó levantarlos de las sillas a los muy canallas.
Al acabar, el conductor del bibliobús me indicó que había un camino largo y uno corto. Como no tenía cara de lobo, le hice caso. Me fui por el más corto. Y no mentía.
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