Querido Flipi:
Espero que tengáis librería o biblioteca en el cielo de los erizos, porque ya está aquí Diógenes. Parecía que no iba a llegar nunca, ¿verdad? Seguramente ya no te acordarás de la alegría que nos llevamos cuando nos dieron el premio Lazarillo en el 2008 y lo que enfadaste porque no te quisimos llevar a la entrega.
Cuando el libro me llegaba de camino, antes de verlo yo, ya me habían llegado noticias de gente que lo había leído: la librería Taiga de Toledo, librería Carrero de Valdemoro, librería En un bosque de hojas de Valladolid (me lo dijo Isabel, de Saltalarana), la librería El bosque de la maga Colibrí de Gijón le había hecho una reseña preciosa en su blog e Isabel Sánchez de Salamanca lo había visto incluido en guía BIBLIOTECA de mayo.
Cuando llegó a casa yo andaba por Sierra Morena, contando historias.
Al fin lo tengo conmigo, en castellano, en gallego y en portugués.
Vaya unas ilustraciones chulas que ha hecho Pablo Auladell. ¡Qué lujo!
La verdad es que un libro muy especial para mí. No solo porque el proceso de creación lo viví con una “rara intensidad”, no me preguntes qué quiero decir que no voy a saber explicarme. No es que los otros no los viva con intensidad pero las sensaciones eran diferentes con esta historia, no sé.
También es especial porque Diógenes es un libro dedicado a mi nieto Diógenes (y, como sabes, yo no tengo hijos).
Sabes que puedes leer el principio si pinchas en la fotito de Diógenes de la derecha o aquí.
www.pabloalbo.com
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