lunes, 19 de octubre de 2009

Confesiones a un erizo IV

Querido Flipi,
perdona el silencio de estos días...
Vale, vale, meses.
Estoy contento y confuso.

Contento, porque ayer vi en el extranjero "Para hacer un pastel de manzana"
concretamente fue en El Bonillo
(yo creía que estaba en la provincia de Albacete
pero esta pintada dice claro que es del extranjero)














En la biblioteca de esta localidad separatista
había carteles de otros libros y entre ellos estaba el ejemplar,
en persona no en folio.
Allí estaba tan presentero.
Me quedé como tú cuando te enfadaste con el enchufe por lo del calambrazo y empezaste a toparte con él.
Quiero decir patidifuso (¿qué querrá decir en realidad patidifuso?)
Qué ilusión.

También estaba confuso porque a mí no me había llegado todavía ningún ejemplar.
Pero me acordé de que cuando estoy en Albacete las cosas me llegan a Alicante y viceversa.
Cuando llegue a Alicante para meter por el balcón el sofá cama, la nevera
y esas cosas de los traslados (interminables)
y ver si las últimas lluvias han dejado algo de mi casa,
tendré la nota de correos recriminándome que no estaba en casa
el día que el cartero me trajo la caja con los libros
(el pobre, con lo que pesan los libros)

¿Te acuerdas de la primera versión de este libro que te leí allá por octubre de 2001?
Me acuerdo que al día siguiente me viniste con "Sopa de sueños"
recién comprada bajo el brazo
(libro estupendo, extraordinario, magnífico texto e ilustraciones, insuperable)
A punto estuve de olvidar lo del pastel de manzana
hasta que me dijiste, con esa vocecita de erizo comprensivo y sabio que pones a veces,
que eran historias muy distintas.

Aquí te dejo aquí un resúmen por si a ti tampoco te ha llegado.

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