domingo, 25 de marzo de 2007

Alicante. San Vicente. Biblioteca. 23 de marzo
(sesión 47)

Esto de la doble nacionalidad es más complicado de lo que parece. Como cuento en Alicante me relajo... pero me encuentro en Albacete. Salgo un poco más tarde de lo que quisiera y me encuentro con las obras de la circunvalación. ¡Diantre, malditas elecciones!

Encima el coche está hecho un asco. Me ha salido malo. No tiene ni un año y ya voy a tener que lavarlo.

En esto voy pensando, mientras atravieso la autovía más peligrosa del mundo buscando gigantes. Tengo tres localizados. A la altura de Almansa Intento echarle una foto a Abuengra, que en el idioma perdido de los gigantes significa “Mujer anciana con dolor entre los dedos que mira al cielo”. Casi me mato. Mejor la próxima vez, paro el coche y lo intento.

Llego un poco apurado a la sesión, con lo nervioso que eso me pone. Pero se me pasa enseguida. Esta biblioteca da muy buen rollo. Queda incluida por derecho en el "Libro de oro de bibliotecas comodiosmanda". Me llevan al sótano clandestino a contar historias. Mejor entorno no se puede pedir. Cuento mis Humedades ante un público agradecido.


Aquí se está empezando a programar cuentos para adultos de una manera estable (aunque actividades han hecho de siempre, antes de existir este edificio). Me cuentan que los adultos van viniendo poco a poco, cada vez en mayor número. Y uno se da cuenta de que atraer al público a estas cosas es como engañar caracoles. Uno tiene que ir despacito al principio, con mucho mimo, para que los adultos salgan de su concha y asomen sus cuernos (permítanme la metáfora y no piensen mal). Pero al hacerlo así, periódicamente, eligiendo bien los narradores (no me refiero a mí, que por aquí pasaron Félix y J. M. Garzón) se termina por enviciar a la gente en eso de disfrutar con las palabras... pues como ha sido toda la vida.

jueves, 22 de marzo de 2007

Murcia. Feria del libro. La Puerta Falsa. 21 de marzo
(sesión 46)

Allá vamos otra vez, a la Feria del Libro de Murcia que el año pasado resurgió con tanto empuje. Si eres de Murcia ya estás tardando en hacerte con un programa, que traen gente muy buena, que te lo digo yo.

Este año me llevaron a contar a uno de esos locales con solera: La Puerta Falsa. Miles de personas y de grupos han cantado, recitado, actuado, y tantas cosas más antes que yo por aquí. Eso hace que las paredes se impregnen de sabor. Los locales son como el vino hay que darles tiempo y éste parece ser un gran reserva.

Me encuentro con las personas del Colegio Micaela Sanz donde raticos tan buenos pasamos la semana anterior, qué gusto veros por allí. Y personas como Clara la biblioactiva, que es a quien se le ocurre cada año que venga por esta feria y muchas otras cosas se le ocurren asómate si quieres a su blog. También estaban Ángel y Carmen, los Tan Tan Teatro, que se encargaron de recibirme como si fuera un señor. mira que guapos:

Y bueno, ya se sabe, las palabras van trayendo las risas y, mira, nos vamos sintiendo cómodos. Tanto, que llega el momento de dar una primera oportunidad a una historia que no partía como titular. Conté por primera vez para adultos el cuento “Lejos”, que no da nada de risa y que creó un momento emotivo que algunas personas me agradecieron sin saber (aunque se lo dije) que era yo el agradecido. Lejos empieza así:

Cuando le dijeron a Alberto que su tía Marta se había marchado, decidió ir a buscarla. Metió en la mochila un puñado de canicas para no olvidar que era un niño. También una foto de su tía, aunque no tardó en sacarla, no quería llevársela así, tan quieta y callada.
Cogió algo de pan, de agua, algo de abrigo y echó a andar hacia donde los adultos le habían dicho que estaba:

“Lejos, Alberto, la tía Marta se ha ido muy lejos.
Lo más lejos que puede uno irse.
Allá de dónde no se vuelve”.

“Pues si no va a volver, tendré que ir yo a buscarla”, se dijo.
Y también, “lejos, lo más lejos debe ser al otro lado del mar”.

Y Alberto anduvo los caminos y llegó al mar.
-Mar, ¿sabes tú dónde está mi tía Marta?
Y el mar miró en los barcos que le surcaban la espalda en ese momento,
preguntó el nombre a todos los ahogados que le vivían dentro y respondió:
-No, conmigo no está.
-Entonces, puede que haya ido a tu otra orilla.
-Puede, pero si me pasó por encima lo habría notado. A lo mejor lo sabe el viento. Él llega más lejos que mis orillas...

Al acabar, el dueño del bar se marca un detalle: había estado grabando en secreto la sesión y me entrega una copia. Gracias, por esta vez no te denunciaré. Os dejo aquí un trocito para los que no pudisteis venir. El cuento "Cape", una historia que llevo aaaaaños contando, que tenía un poco abandonada pero, vete tú a saber el motivo, apareció de repente.

(El enlace anterior no funcionaba, a ver con este)


lunes, 19 de marzo de 2007

Alicante. Clan Cabaret. 17 de marzo
(sesión 45)

El Clan Cabaret fue uno de los locales donde empecé de joven en eso de contar los cuentos. No olvido, claro, el Jamboree, y la Tetería del Zoco donde raticos tan buenos de palabras pasamos Félix y yo por aquel entonces, cuando éramos el grupo Albo y de los que tanto apoyo recibimos.

Hoy no estaba Félix, pero había grandes personalidades:


Y un público al qué conté mis Humedades.



Hubo una gran ausencia, Mamen, la jefa. Querrida, con la voz de ultratumba que te escuché por el teléfono me dejaste con el alma compungida. Cúrate ese resfriado y ponte buena pronto.

Este señor, que es el fotógrafo, hizo estas pedazo de fotos desde todos los ángulos, que pasan directamente al apartado de antología.






Murcia. Archena. Colegio Micaela sanz. 15 de marzo
(sesiones 42,43 y 44)

Y en este colegio acabo la gira murciana por tres centros que celebran (no se puede usar otra palabra) actos de animación lectora.

No es justo, piensa uno, haber nacido demasiado pronto y no haber disfrutado de cosas así.

Vaya lío que montan, en los tres colegios. Uno tiene la sensación de que le han sacado las tripas a los libros y por los pasillos te encuentras personajes, emociones, escenarios de aventuras... como para no buscarlos luego en los libros.

Madre mía qué manera de disfrutar los cuentos, de niños y adultos. Sabe uno, pero se lo confirman cosas así, que el entusiasmo es uno de los virus más contagiosos y por allí campaba a sus anchas, de adultos a niños y viceversa.



Leímos con las orejas historias que iban por el aire. Se quedaron con ganas. ¡Qué avidez de palabras tienen las personas que ya saben lo que es disfrutarlas! Les emplacé a las historias que se leen con los ojos y que van en el papel.

Un placer, Alonso, muchas gracias por dejarme disfrutar de vuestro entusiasmo.

domingo, 18 de marzo de 2007

Murcia. Colegio Nuestra Señora de la Arixaca. 14 de marzo
(sesiones 38, 39, 40 y 41)

VIII Encuentro de animación a la lectura y escritura.
Bueno, tercer año consecutivo que aparezco por este colegio, como cada año, me encuentro más a gusto que el anterior. Cuento cuentos ante un público selecto. Personas de diferentes edades acostumbradas a escuchar.


Cuento a todo el colegio, en grupos pequeños y de una edad similar... qué más se puede pedir. ¡Educadores del mundo, no decaigáis en vuestra labor! Que el trabajo es lento pero da su fruto. Cuando a unos niños les han contado cuentos año tras año se nota. Es como si aprendieran a escuchar.

Encima estabas por ahí Oscar, y me hiciste recordar mi paso por Edebé, me gustó. Lástima que no coincidimos en un descanso.

Murcia. Abarán. Colegio Juan XXIII. 13 de marzo
(sesiones 35, 36 y 37)

Martes y trece y nada más empezar la semana se produce la captura del segundo gigante del año. Una giganta esta vez. La bautizo con el nombre de Atzerlarin, que en el idioma perdido de los gigantes significa “la bella mujer de largos cabellos que mira al cielo”. Cuando paséis por el kilómetro 88 de la autovía que une Albacete con Murcia si vais en ese sentido, la encontráis a la derecha. Pitadle, por favor, eso le gusta.


De dirigía a Abarán a empezar mi semana murciana en el colegio Juan XIII. Allí me encuentro con Antonio, andamos buenos los dos, yo constipado y él afónico, un comienzo así solo puede acabar bien. Cuento cuentos para alumnos de 2º y 4º y aun queda un ratillo para contarles algo a unos agradecidos alumnos de cinco años.


Por la tarde, tras pasear por la vera de un río con agua (para mi asombro) que estaban arreglando y dejando bonito (para mi asombro) doy una charla a la que asiste un buen número de madres y un padre (¿dónde nos metemos los hombres cuando hay actos de este tipo?). “Aprende a contar un cuento” le llamamos a la charla, aunque ellas ya saben, es solo por reflexionar, por compartir experiencias y por tener la ocasión de decirles que los profesionales contamos historias a sus hijos pero los cuentos que sus hijos recordarán toda la vida son los que les contarán ellas (y ellos, ojalá que ellos también).




Por si faltara algo, por la tarde hacemos una pequeña excursión para ver las norias centenarias que todavía funcionan por allí.

Gran Canaria. Santa Brígida. 9 de marzo
(sesión 34)

Mermado y sin aliento, medio muerto y enfermo (bueno, tampoco será tanto) me llegan a Santa Brígida, un municipio en el que están arreglando las calles o que todavía no las han puesto a nuestra llegada, ¿a qué hora se levantará esta gente?
El lugar elegido es un restaurante de esos que mi barrio se les llama “de comida rara”. Rara era, a mis ojos de incauto provinciano, buena, también estaba, doy fe. La Carpintería. Personas de las inmediaciones, bien merece la pena, para la próxima sesión para adultos que se haga, acercarse sin prisas, cenar con calma y darse luego un buen atracón de palabras con la barriga llena. Sinceramente lo aconsejo.


Y bueno, allí, en un sótano tranquilo, apto para la práctica de la narración entre personas agradecidas y las palabras saliéndome de la boca como la gripe que ando incubando les deja, ponemos el broche final a la aventura Canaria de la que salgo vivo, y contento.

A más tardar, vuelvo por allí en mayo para seguir dando la lata con el II Itinerario de cuentos eróticos por Vegueta (el casco antiguo de Las Palmas) y para estar en el Maratón de la Plaza de las Ranas y más cosas.

Gran Canaria. Biblioteca Insular. 9 de marzo
(sesión 33)

La Biblioteca Insular es el primer sitio que contacté en las islas, hace ya algunos años. Da respeto contar en un sitio donde tan bien te han tratado. Puede uno querer hacerlo muy bien, para tratar de devolver lo bueno recibido, y olvidarse de disfrutar. Pero no ocurre, porque entre el público esta Yolanda, una amiga y quizás la persona a la que más se le note disfrutar y arrastra al público al buen humor y nos olvidamos de responsabilidades y nos contagiamos de su risa.
Gran Canaria. Arucas. 9 de marzo
(sesión 32)

En Arucas están los Labrantes de la Palabra y está Loli, la bibliotecaria que me preparó un lugar chulo para contar al aire libre (Gran Canaria es lo que tiene): debajo de un drago que, si no era milenario, sería centenario y si no, por lo menos era grande y bonito. En pleno patio canario. Un lugar amplio y bello. Tan amplio que cabían varios montones de niños, oye, y se llenó.

Se nota las ganas de comunicar el gusto por las historias, por llevar a los niños a la literatura, en este caso oral, de los bibliotecarios en detalles como la presentación de Loli. Gracias. Una gran invitación al disfrute. Y también el cuidado y el empeño, también.
Y allí estuvimos contando bajo la atenta mirada de los profesores, que también había unos cuantos. Salió bien, salió bien. Aunque, en circunstancias así, uno sale con la impresión de que si el público hubiera sido menos numeroso habría salido mejor.

Gran Canaria. Las Palmas. PUB Cuasquías. 8 de marzo.
(sesión 31)

Creo que el Cuasquías es, en este momento, el lugar perfecto para contar cuentos. Y si no que se lo pregunten a los asistentes. La distribución perfecta, el aislamiento adecuado con el resto del bar que está a lo suyo pero no molesta porque hay puertas... que no hacen ruido al abrirse, no hay camareros que pasen por en medio sino que respetan el pacto de hacer un descanso en medio para servir, ¡si ni siquiera había humo! Apareció el borracho, claro, era un bar, pero incluso la persona alcoholizada dejó de dar la lata con un simple “caballero, modere sus emociones, por favor”. Era fácil contar en un sitio así. Mira qué público:


La biblioteca Insular lleva años proponiendo este tipo de sesiones para adultos en bares y preocupándose y mira, les ha llegado el momento de recoger el fruto. Bueno, lo recogí yo, porque era un lujo poder contar allí y ante aquel público, y un privilegio, sí señor, lo era. Fue bonito. Incluso con visitante ilustre incluido (aparte de los participantes en el curso, que no os olvido) allí estaba, una de las Labrantes de la Palabra. Un grupo de personas mayores que se reúnen para recuperar historias y compartirlas. Un honor.

viernes, 16 de marzo de 2007

Gran Canaria. Telde . 8 de marzo.
(sesión 30)

Vienen una barbaridad de niños y cuesta un poco no ser domador de fieras en vez de contador de historias. Las palomas chocando contra el toldo no facilitaban las cosas, pero mira, si querían escuchar. Hasta un lagarto canario se acercó al toldo para regocijo de los asistentes.
Después con Pino y Tino andamos camino y llegamos a la playa, a comer bajo la atenta mirada de Neptuno. Buena comida y mejor compaña.
Gran Canaria. Valsequillo. 8 de marzo.
(sesiones 28 y 29)
En Valsequillo está una de las grandes: Maite, grande, grande. Cuando me recoge lleva unas gafas de sol y no la reconozco, canalla. Alegría.
Me lleva ante este grupo de personas de cinco años

y luego otro de grupo de personas de tres y cuatro años.

Disfrutamos. Y me lleva a Telde, sí al pueblo del curso, pero esta vez a otra biblioteca en la zona de San Juan, cerca de la playa.

Gran Canaria. Telde. 5 al 7 de marzo

Lástima que Telde salga en la tele por otras cosas y no por su biblioteca. Es nueva, o se conserva muy bien, y está en medio de un parque con fuentes y estatuas. Ganas me entran de empadronarme aquí.
Me conducen a una sala donde se oye agua caer de fondo y se ven estrellas en el techo... ¿dónde estoy? En el lugar donde estas personas que ves en la foto, y otras que no aparecen, pasaremos los tres días siguientes metiéndonos de lleno en eso de la narración oral. De diecisiete asistentes sólo tres varones (¿dónde se mete el resto de los hombres del mundo?).
Atrévete a contar un cuento” se llama el curso y se atrevieron, vaya que sí. Incluso las más recelosas nos regalaron sus palabras al final (con un poco de trampa pero pasó). Cien por cien de asistentes contando el cuento, pocas veces se da este porcentaje de valientes. Un poco de hacer el bobo otro poco de cosas serias y buen rollo, sobre todo buen rollo.

miércoles, 14 de marzo de 2007

Girona. 2 de marzo. La Llibreria
(Sesión 27)

A La Llibrería fui a contar con Félix cuando éramos jóvenes. Fue uno de los primeros lugares fuera de Alicante donde contamos cuentos. Le tengo cariño. Encima todavía tienen una foto nuestra pinchada en un corcho. Bonicos, bonicos. Es una cafetería que está unida a una librería por una cristalera. Es fácil pasar de la lectura al café y viceversa, y encima todo queda en familia. Está en el casco antiguo de Girona y merece una visita (el casco antiguo y el local). Si fueran ustedes por allí, pregúntenle a Israel, el librero, si tiene alpargatas, verán como le gusta. En la cocina está Oriol, que lo nombro porque me cae bien, aunque a él no hace falta que le digan nada de las alpargatas, mejor a Israel, su hermano.


Marta, la regenta y jefa, fue una de las primeras personas que confió en nosotros. Gracias. (Ponte buena pronto que la vida es muy sosa sin esos improperios tuyos) Nos sorprendió cuando le propusimos contar por allí y nos dijo que sí. ¿Te acuerdas Félix? Me ha gustado volver. Por cierto, por allí sigue ese pedazo de fotógrafo y de pan que se llama Jordi Carrera (gracias por la foto)

Hale a dormir que mañana me tengo que ir temprano para coger un tren a Barcelona y allí un metro al aeropuerto y allí un avión a Canarias. Madrugar uf, qué pereza.

Girona. Salt. 1 de marzo
(sesión 26)

Marzo empieza a marcear por tierras catalanas. En una biblioteca nueva que incluimos en nuestro "Libro de oro de bibliotecas comodiosmanda". ¡Qué pasada! 1.200 metros cuadrados, flores en el mostrador, gente maja, ¿qué más se puede pedir? Éramos poquitos pero a los cuentos no les importó, fueron saliendo de mi boca según como sus oídos mandaban.

La noche la paso con una vieja amiga sin decirnos una palabra. No piensen mal.

lunes, 12 de marzo de 2007

Albacete. 23 de febrero.
(sesiones 24 y 25)

Salgo de casa en Albacete (mi segundo hogar) y voy caminando a contar cuentos en una biblioteca de la que soy socio. Nunca me había pasado. Primero para niños y después para adultos. Lo pasamos bien. Los niños saben hacer un silencio precioso. Les han ido enseñando las personas que les entregado sus palabras semana tras semana, ylos bibliotecarios que, aquí sí, se esfuerzan porque el clima sea el propicio... y los padres que han comprendido este espacio como un acto cultural. Gracias.

Los adultos llegaron con los cuentos puestos, no tuve que hacer nada. Entre el público, perfectamente integrados, mis suegros, un honor. Conté mis historias con clama, ante unas personas predispuestas a disfrutar. Eso se contagia. Tardes así son las que hacen que uno se alegre de tener este oficio.

Castellón. Almenara. 22 de febrero.
(sesión23)

V Campanya de Narració Oral.
Bueno, pues después de la sesión de Almenara, vuelta a casa.
Valencia. Café Duende. 21 de febrero.
(sesión 22)


Noche muy especial en Valencia. Hacía varios años que no contaba por aquí, tantos que la última vez que vine tenía una persona barbuda a mi lado. ¡Qué público! ¡Qué maravilla! Cómo se nota los años que llevan cultivándolo quienes regentan el local. Los cuentos se iban contando solos, asomaban la cabeza a ver si era verdad eso que les habían contado los que habían salido antes. Algunas veces uno cuenta como escuchando una música interior, un ritmo en el que los cuentos se dejan fluir. Ésta fue una de esas. A las personas que estuvisteis: gracias.




Castellón. Onda. 21 de febrero.
(sesiones 20 y 21)

V Campanya de Narració Oral.
Una buena idea hacer dos sesiones. Una para pequeños otra para mayores de 6 años. No sé qué tiene la palabra "cuentos" que últimamente se entiende dirigida a niños muy pequeños. Pero los cuentos no tienen edad. Aunque con cada edad se disfruten de una manera.

Castellón. Vinaroz. 20 de febrero.
(sesión 19)


V Campanya de Narració Oral. Otra vez Felip y Lidón, las personas de Món d''animació, se lo han montado bien para trabajar estas cosas de la animación a la lectura.

Vuelta a Vinaroz. Encantado. La biblioteca es nueva pero las personas permanecen. Provi, gracias por tus palabras al público antes de los cuentos. Se notaron. A veces algo tan sencillo como pedir respeto y orientar sobre lo que se espera del público funiciona.
Aquí cuento por primera vez “Los burros no vuelan”. Un cuento sobre la amistad y los imposibles. Protagonizado por Borrás y Bruno, un burro y un niño que tienen un sueño común: conseguir que los burros vuelen, por lo menos Borrás. Pero, ¿dónde se ha oído que los burros vuelen? En el colegio. Allí de vez en cuando Bruno lo escucha y cuando mira para arriba esperanzado se lleva un capón... pero no siempre será así.

Alicante. Novelda. 18 de febrero.
(sesión 18)

Novelda Cuenta. Edición 1. Una buena idea. Un lugar apropiado. No sé que tienen ciertos sitios que devuelven embellecido el eco de las palabras. Un honor compartir espacio con Félix Albo, Mariano Martínez, José Manuel Garzón, Dahd Sfeir, Felip Kervarec, Caoz y Aldo Méndez.




Madrid. Bibliotecas municipales. 5 al 9 de febrero.
(sesiones 13, 14, 15, 16, y 17)


¡Personas de Madrid, lleven cuidado, en todas sus bibliotecas municipales se encuentra, agazapado o a la vista, El Tragaldabas !



El lunes nada más llegar a la primera biblioteca, Vallecas Villa, me encuentro la sorpresa, El Tragaldabas está entre las novedades de febrero. Y así me lo voy encontrando el resto de la semana. EL martes en Ciudad Lineal, el miércoles en San Blas, el jueves en La Chata y el viernes en Moratalaz.




La verdad, da no sé qué contarlo teniéndolo así, delante, ahora que puede ir él solito y hacer su vida sin necesidad de que yo lo cuente.
Cádiz. Pay-pay. 1 de febrero
(sesión 12)


Y por fin Cádiz. No sé el tiempo que hace que tenía ganas de ir al Pai-Pai (uno de los siete locales ancestrales). No era la primera vez que lo intentábamos pero al fin pudo ser.

Solo a mí se me ocurre acudir a un sitio así en carnaval. Es que allí empieza antes con la gente volcada en el concurso de chirigotas que mueven masas y pasiones.

Vino poquita gente (pero buena) y una persona alcoholizada se puso sandonguera justo al principio, cachis. Pero me encontré con Pepe Maestro y eso es siempre una alegría y a Paloma y aKiko y había más personas.



El destino se marcaría un detalle poco después: una segunda oportunidad. Vuelvo a Cádiz del 8 al 10 de noviembre de este año. Luego no digas no estabas avisado con tiempo.
Sevilla. Villanueva del Ariscal. 31 de enero
(sesión 10)

De vuelta a Andalucía. La noche antes parto hacia allá. Todavía está la nieve amontonada en las carreteras. Hay una luna llena que se refleja en la nieve de Almería y crea un ambiente raro, muy raro. Lachica de la curva pierde una ocasión de oro para aparecerse.

La biblioteca de Villanueva está regida por una enamorada de los libros infantiles y mira, qué maravilla, hale, a charlar, ¿has leído este? ¿te gustó aquel?


La sala puede parecer pequeña, pero tiene el tamaño ideal, evita las tentaciones de amontonar a los niños. Caben los que caben. El número ideal para que la sesión de cuentos tenga esa cosilla que a veces tienen las sesiones de cuentos.


Me encuentro tan a gusto que se me estrena, casi sin que yo me de cuenta, el cuento
“Andrés cabeza abajo”. Un niño que cae por la garganta de un ogro temiéndose encontrarse en su barriga con un dragón hambriento, como termina sucediendo. Y mientras cae por la garganta del dragón teme encontrarse con un oso que le devore, y sus temores se van haciendo realidad... Pero, ¿qué pasará cuando empiece a buscar una salida?

Sevilla. Arahal. 31 de enero
(sesión11)

De Villanueva parto hacia Arahal. Un pueblo que merece una visita.La biblioteca grande, una barbaridad de actividades de animación a la lectura. Una barbaridad de personas vienen a la sesión. Nos divertimos.

Alicante. 27 y 28 de enero
(sesiones 6, 7, 8 y 9)

Todo el fin de semana, mañana y tarde de nuevo en el Salón del Libro de Alicante. El sábado con Animalerío y el domingo con Aurayalau. Lo pasé bien, lo reconozco. No sé que tienen las sesiones de cuentos infantiles cuando los adultos comprenden que no son meros acompañantes y se deciden prestarse a participar. No sé qué es, pero me gusta.


Málaga. Ardales. 26 de enero
(sesión 5)

De camino me encuentro con el primer gigante del año. Le pongo por nombre Mendalurai, que en el idioma perdido de los gigantes significa el que medita mirando hacia el cielo. Aquí está:


Una vez allí me encuentro con un público dispuesto a pasarlo bien. Compuesto por niños y niñas y madres y... ¿dónde se meterán los padres durante las sesiones de cuentos?

Málaga. Humilladero. 25 de enero.
(Sesión 4)

En la pedanía de Los Carvajales hay una biblioteca pequeña, era un día de mucho frío. Era un día de granizo. Era un día de nieve. Fue el día que compré cadenas para el coche por primera vez en mi vida. ¡Qué frío! Menos mal que había buena gente.


Ciudad Real. Torre de Juan Abad y Carrizosa. 24 de enero

El CRAER de Villanueva de los Infantes (Ciudad Real) me lleva a dar un par de charlas para profesores sobre aquello de cómo contar los cuentos. Primero en Torre de Juan Abad y luego en Carrizosa donde tan bien me tratan cada vez que me acerco.

Alicante. 21 de enero
(sesiones 2 y 3)


Las II jornadas sobre el libro infantil ilustrado habían terminado el día anterior y todavía resonaban las voces de personas como Daniel Nesquens, Elisa Arguilé, Pablo Auladell, Rocío Martínez, Javier Sáez, Max, Isidro Ferrer, Marcello Conta, Xabier Docampo, Antonio Ventura, Emilio Urberuaga

Foto extraída de sparafucile.mashica.com

Me pasé mañana y tarde contando cuentos de miedo que dan risa. en el marco del Salón del Libro Infantil de Alicante. muchas sorpresas en el público (contar en casa es lo que tiene), entre ellas Noemí Villamuza.

Cuenca. Campillo de Altobuey. 15 de enero
(sesión 1)


Tras la sesión de adultos del año pasado, quedaba pendiente una para niños.

Ese día conté por primera vez el cuento “Treinta y siete tortugas”.
“Treinta y siete tortugas, caminando, no tienen prisa, pero van que te van” Salen a pasear todas juntas pero el camino las va dispersando a cada una por un motivo. Hasta que llega un momento que tienen que enfrentarse una duda: ¿Adónde van?

Contribuyentes

Archivo del blog